Cápsulas
    Batalla de Lepanto Nican Mopohua Historia de la Corona de la Virgen de Guadalupe La Única aparición que ha caminado sobre la Tierra La Guadalupana, verdadero y único retrato de María Arabescos en la Túnica Embarazo Repintes en la Sagrada Tílma Códice Escalada o 1548 Los Ojos de Santa María de Guadalupe

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Historia de la corona de la Virgen de Guadalupe

José Antonio Quintana Fernández

La pregunta es ¿tuvo la Virgen originalmente una corona y se le despintó en 1895 al coronarla por decreto pontificio?

Sabemos que una corona no tenía ningún significado para los naturales ya que sus jerarcas usaban penachos de ricas plumas.

No era así para los españoles acostumbrados a reyes y emperadores coronados.

Creemos que Nuestra Señora en su aparición milagrosa tenía un mensaje para ambos, indígenas y españoles y no sólo, como algunos afirman, para el pueblo nativo y conquistado.

Las imágenes Guadalupanas más antiguas están todas ellas coronadas sin ninguna excepción. Podemos referirnos a la Virgen de Lepanto de alrededor de 1557, a la primera imagen firmada del español Baltasar de Echave de 1606, a la pintura, hoy desaparecida, que estaba en la parroquia de Atzacoalco, cuya fotografía aparece en el álbum conmemorativo de los 50 años de la solemne coronación y datada hacia mediados del siglo XVl de manos de un buen pintor europeo, así como de todas las pinturas de grandes artistas hasta 1895, destacando las de Cabrera y Morlette que pudieron hacer una calca exacta de la imagen.

El intento de coronación pontificia de la Guadalupana se remonta a los tiempos de Don Lorenzo Bouturini en el siglo XVlll, que gestionó ante el Vaticano está distinción y que fue ferozmente perseguido y encarcelado por el virrey masón Conde de Fuenclara.

En el siglo XIX se retomó la idea de la coronación solemne de la Morenita del Tepeyac, encabezando la idea el padre Plancarte, que también fue fuertemente hostigado por la masonería que lo acusó de malos manejos económicos de la colecta realizada para ese efecto.

Se logró por fin, la anuencia del Vaticano y se trabajó durante dos años para la dignificación de la antigua Basílica para el solemne acto que fue plasmado en una soberbia pintura del padre Carrasco, que parece una fotografía.

Se habló entonces de que no se podía coronar a una imagen que ya tuviera corona por lo que se raspó la tira dorada que con los rayos de alrededor de la cabeza de la Virgen, producían la corona. Este deterioro de la pintura se observa a simple vista.

Así vemos que, a partir de 1895, todas las pinturas de la Reina del Tepeyac, aparecen sin corona.

Creemos que la milagrosa aparición tuvo originalmente su corona, dando en esta forma un mensaje a los conquistados y a los conquistadores de su deseo de reinar en las tierras del Anahuac.